51: el número que nos duele a todas.

51: el número que nos duele a todas.

Hace apenas unas horas el observatorio Ahora Que Si Nos Ven arrojaba nuevas “cifras”: 51 femicidios y 33 intentos de femicidios en lo que va del 2022.

La bronca nos recorre el cuerpo al ver como el patriarcado termina convirtiéndonos en eso, en una cifra. Un nombre más en una lista de las que no se salvaron, una más que nos refleja cómo la justicia se lava las manos.

Sin embargo, ya no es algo nuevo, y estos números ni siquiera nos sorprenden. Nos despertamos, prendemos la tele y cada día en el noticiero de la mañana nos muestran una nueva cara, una nueva víctima, otra vida que nos arrebatan estos hijos sanos del patriarcado.

Desde el 1 de Enero al 28 de Febrero de 2022 hubo 1 femicidio cada 28 horas. Cada 28 horas una mujer perdió la vida en manos de estos asesinos, a quienes el sistema ampara.

Algunos de los datos que nos arroja el Observatorio, reflejan que la mayoría de las víctimas fueron asesinadas por sus parejas, otro porcentaje más bajo, a mano de sus ex parejas y la lista continúa. Preferimos no especificar el porcentaje, ya que no queremos hablar de nuestras hermanas como si lo que sigue después de la muerte, es convertirse un número. No somos un número, somos sujetas de derechos y queremos por lo tanto, ser consideradas como tal.

Además de la información de las víctimas, los datos arrojan que al menos 43 niñes perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia machista en lo que va del 2022. Lo que significa que no solo nos toca a nosotras como mujeres, sino que la violencia atraviesa muchísimas vidas.

El sistema es tan responsable como los mismos femicidas, ya que gran parte de las víctimas tenían denuncias previas y hasta contaban con alguna medida judicial. Medidas que ya sabemos no sirven, solo potencian el odio del violento y le dan pie a cometer estos delitos. ¿Quién controla que el femicida le haga caso a un papel que dice que no puede acercarse a su víctima? Si llamas a la policía y solo le dan una advertencia, en caso de que se les ocurra llegar al lugar. Sabemos que ellos no nos cuidan, nosotras tejemos las redes, nosotras nos acompañamos, nosotras nos cuidamos.

La violencia machista no descansa, los violentos están en todos lados, a todas horas. Sin ir más lejos, hace unos días un grupo de 6 tipos secuestraron a una piba de 20 años, a plena luz del día, la metieron en un auto en Palermo, y se turnaron para violarla mientras dos de ellos hacían de campana, cantaban y hacían música para distraer a la gente. Fue gracias a la intervención de una vecina quien se dio cuenta de los movimientos raros en el auto y entonces llamó a la policía, alertó a los demás vecinos, quienes se acercaron y comenzaron a acorralar a estos violadores para que no se escapen y se lleven a la víctima quien se encontraba inconsciente. Durante el día, en un lugar bastante transitado, seis sujetos… ¿qué hubiera pasado a las 3 de la mañana en un lugar más aislado, seis tipos sometiendo a una piba de 20 años? NOS MATAN, porque nos duele en el cuerpo a todas. Ellos nos matan, están sanos, no son enfermos, son los hijos del patriarcado, los que saben que nos duele, que nos lastiman, que no nos gusta. No son animales, saben lo que hacen.

Basta de justificarlos, basta de ampararlos, queremos condenas ejemplares, queremos justicia para las víctimas, para las que nos arrebataron, para las que todos los días viven con el miedo de ser la próxima, para nuestras hijas y nuestras nietas.

NI UNA MENOS, VIVAS NOS QUEREMOS.