Aporte extraordinario para ampliar políticas de género

El tema de hoy es algo bastante ñoño, pero también es una manera de instalar una discusión necesaria cuando hablamos de género, derechos y políticas públicas para resolver de manera integral los problemas de las mujeres y las disidencias de nuestro país en el contexto social, sanitario y económico que estamos atravesando.
En la Argentina la desigualdad social esta, lamentablemente, muy relacionada a las cuestiones de género y con el contexto de pandemia en el estamos sumergidos, con una enorme crisis económica y sanitaria estas desigualdades y las problemáticas que generan se han visto más profundizadas. También se le suma la situación de emergencia en violencia de género, los números de femicidios son alarmantes, con una mujer asesinada cada 20hs. Con el aislamiento obligatorio del 2020, millones de mujeres en el mundo quedaron encerradas con sus agresores por varios meses.
A raíz de que el coronavirus no da tregua, y la situación social, económica y sanitaria se están viendo ferozmente afectadas, sectores políticos de izquierda militaron y llevaron al congreso un proyecto que tiene como objetivo armar un fondo cuya recaudación será destinada a apoyar la lucha contra el COVID-19. ¿De dónde se recaudaría el dinero?, de las castas millonarias argentinas.
Este proyecto se convirtió en ley y fue aprobada el 4 diciembre del 2020 con 42 votos a favor y 26 en contra, esta ley establece un "aporte solidario" por única vez que afectara solamente personas cuyo patrimonio supere los 200 millones de pesos (2,17 millones de dólares).
Si bien nuestro país cuenta con un Ministerio de las Mujeres y Diversidades, lo cierto es que ante esta situación no ha habido soluciones de fondo para hacerle frente a las violencias, la pobreza y la desocupación de las mujeres y disidencias. Tampoco hay un presupuesto que permita avanzar en políticas públicas, y la verdad también es que nunca lo hubo. Las cuestiones de género como las violencias, la pobreza y los femicidios jamás fueron tomados muy enserio en las agendas de los políticos, uno de los motivos es que, esas bancas políticas la mayoría son ocupadas por viejos vinagres del patriarcado más machista.
Los movimientos feministas abrazaron el proyecto del aporte extraordinario y fueron parte de su militancia social y popular. Ante la necesidad urgente de ampliar políticas públicas, políticas para erradicar y prevenir la violencia de género.
De este fondo un 20% de lo acumulado será destinado a insumos médicos para la pandemia, otro 20% a pequeñas y medianas empresas (Pymes), 15% a desarrollos sociales, 20% a becas estudiantiles y 25% a emprendimientos de gas natural para aquellas personas que no están conectadas a la red. En ese 15% a desarrollos sociales entran las cuestiones de género, además que cabe decir que este proyecto constituye una doble oportunidad para la justicia de género.
¿Por qué una doble oportunidad? Porque al reducir las desigualdades económicas en general, y al estar dirigido a las personas que se encuentran en el ojo del tornado, alcanzará principalmente a las mujeres debido a que se concentran en los estratos de menores recursos. En las mujeres y disidencias, se acumulan todas las formas de desigualdad.
Definitivamente, que el impuesto a la riqueza doté de fondos para medidas económicas y sociales adecuadas es un golazo. Pero que se cumplan estos objetivos depende del conocimiento y discusión social de estos proyectos, son proyectos de justicia social que se deben discutir en todos lados, que se deben conocer, abrazar y defender. Para que por una vez que la pongan los que la juntan en pala y este proyecto no duerma en un cajón.
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