Primero de Mayo: reafirmando los pasos de Virginia Bolten

Primero de Mayo: reafirmando los pasos de Virginia Bolten

¿Qué pasó el “Primero de Mayo?

Muchos de los derechos que gozamos las y los trabajadores son gracias a movimientos de obreros y obreras que dejaron la vida convirtiéndose en mártires de estas conquistas.

El primero de mayo se conmemora el movimiento obrero mundial con el “Día de los y las Trabajadores”.

En el marco de la Revolución Industrial en los Estados Unidos, a fines del siglo XIX Chicago. La mayoría de los obreros de esta ciudad estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor (Federación Estadounidense del Trabajo), inicialmente socialista. En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, ésta había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas, yéndose a la huelga si no se obtenía esta reivindicación y recomendándose a todas las uniones sindicales que tratasen de hacer leyes en ese sentido en sus jurisdicciones. En 1868, el presidente Andrew Johnson promulgó la llamada ley Ingersoll, estableciendo la jornada de ocho horas. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes con jornadas máximas de ocho y diez horas, aunque siempre con cláusulas que permitían aumentarlas a entre 14 y 18 horas. Aun así, debido a la falta de cumplimiento de la ley Ingersoll, las organizaciones laborales y sindicales de ese país se movilizaron.

El sábado 1 de mayo de 1886, 4​ 200 000 trabajadores iniciaron la huelga. Estas movilizaciones trajeron represión, muerte y mucha violencia hacia los trabajadores que reclamaban, una es la revuelta de Haymarket hecho histórico que tuvo lugar en Haymarket Square el 4 de mayo de 1886 y que fue el punto álgido de una serie de protestas que desde el 1 de mayo. Se concentraron en la plaza de Haymarket más de 20 000 personas que fueron reprimidas por policías uniformados. Un artefacto explosivo estalló entre los policías produciendo un muerto y varios heridos. La policía abrió fuego contra la multitud matando a 38 personas y dejando más de 200 heridos.

A finales de mayo de 1886 varios sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a varios centenares de miles de obreros. El éxito fue tal, que la Federación de Gremios y Uniones Organizadas expresó su júbilo con estas palabras: «Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas industriales. El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a la agitación sindical».

Queremos con esta nota poner en foco que pasaba acá en la Argentina y el papel que ocupaban las mujeres de la época al calor de estas oleadas de luchas del movimiento obrero.

Cuatro años después, el 2 de mayo de 1890. El diario La Capital, de Rosario, informa sobre la manifestación que, el día anterior, conmemoró a los mártires de Chicago en la Plaza López. En esa manifestación existió una joven mujer encabezaba la columna obrera con una bandera negra que, con letras rojas, decía "Primero de Mayo, Fraternidad Universal. Los trabajadores de Rosario cumplimos las disposiciones del Comité Obrero Internacional de París". Esa mujer fue la primera que, en Argentina, habló en una concentración de trabajadores; lo que le valió ser arrestada por alterar el orden social. Se piensa que fue Virginia Bolten quien encabezó la primera manifestación del Primero de Mayo. Nacida el 26 de diciembre de 1870 en la Ciudad de San Luis, Argentina. Fue una feminista, sindicalista y anarquista que luchó por los derechos de la mujer y de la clase trabajadora.

Las mujeres anarquistas y socialistas fueron las grandes y entusiastas organizadoras del movimiento obrero argentino, sin miedo tomaron la lucha en sus manos, cuando hacía apenas cuatro años que los luchadores obreros internacionalistas de Chicago habían sido masacrados.

Virginia protagonizo varias luchas del movimiento obrero feminista, en 1890, frente a la Refinería Argentina, la empresa azucarera donde trabajaba pronunció un discurso revolucionario, convirtiéndose en una de las primeras mujeres oradoras en una concentración obrera. Casi dos meses después, el 30 de abril, fue detenida por difundir propaganda anarquista y “alterar el orden social”. No obstante, su detención la fortaleció y comenzó a militar activamente por varias ciudades del país, arengando a los trabajadores con su discurso de influjo anarquista, buscando generar consciencia social a la clase obrera y enfatizando en la opresión que sufrían las mujeres trabajadoras.

En 1896, otro aporte zarpado que hizo fue, fundar el periódico anarcofeminista La Voz de la Mujer, el cual fue escrito por y para las trabajadoras bajo el lema “Ni dios, ni patrón, ni marido”. Se números difundidos de forma casi clandestina, pero en sus páginas se plasmaron los derechos de las mujeres en los contextos laboral, religioso, social y familiar. De igual manera, en este periódico se evidenció la figura de los esposos como explotadores de sus mujeres. Bolten denunció así la injusta situación de la mujer, mediante la crítica a la sociedad de la época, como a la institución eclesiástica.

Una época re complicada

Durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento, se determinó “la incapacidad relativa de la mujer casada, colocándola bajo tutela del marido”, dando así a las mujeres la categoría de inferiores ante los varones, por ley. En el “artículo 55 sostenía la incapacidad relativa de la mujer, y en el 57 disponía que a todos los efectos, su representante era el marido. La mujer casada no tenía derecho a educarse ni a realizar actividades comerciales sin su consentimiento” eso estaba plasmado por ley en el Código Civil de Vélez Sarsfield, sancionado en 1869.

Si bien las mujeres no eran consideradas sujetos independientes ni destinatarias de ningún derecho, el derecho que si les cabía a la mayoría de ellas en estas tierras, era el derecho a ser explotadas. Algo que sigue muy vigente de esa época, y es un horror escribirlo, es que, además de tener problemas para salir a trabajar por su cuenta, cuando lograban hacerlo, tenían los peores trabajos. Cargaban con el trabajo doméstico, el cuidado de los niños y los adultos en sus respectivos hogares. Pero no sólo eso, las mujeres cobraban menos que los varones, “los trabajadores varones cobraban en promedio más de un 40% más que las mujeres”.

Las trabajadoras padecían formas de violencia laboral (como) el acoso sexual. Las relaciones sexuales forzadas y la violación de empleadas domésticas era una práctica común entre las familias adineradas.

Pero a pesar todos estos atropellos, no nos han vencido y la actualidad nos encuentra con un fuerte movimiento feminista y muchas veces siendo vanguardia en las luchas. Las mujeres son una enorme fuerza entre la clase trabajadora. Enormes han sido muchas de las luchas que las mujeres han librado por vivir una vida mejor.

Por eso, sobran los motivos para que este Primero de Mayo hagamos este post recordando de donde vienen nuestras condiciones de lucha, nuestras conquistas y de que nos sirvió el estar organizadas alzando bien alto la voz de las trabajadoras para reafirmar y seguir construyendo las redes de sostienen los enormes movimientos feministas de los que participamos hoy.