Argentina en llamas

Argentina en llamas

Según la organización Global Forest Watch, Argentina está en el séptimo lugar entre los países que mayores alertas por el fuego emitieron este año. En primer lugar está Estados Unidos, ya que en California este año se quemaron 2 millones de hectáreas. En Europa también hay una alarma creciente por los incendios forestales y está el caso reciente del desastre en Australia. Los incendios cada vez más frecuentes e intensos son un problema de carácter global y están muy relacionados al cambio climático, porque los eventos de calor extremo y sequía aparecen cada vez más seguido. Pero también mucho más, tiene que ver fuertemente con intereses financieros, capitalistas, con el saqueo y la destrucción de los recursos naturales para la producción y el enriquecimiento de muy pocos. En el 95 por ciento de los casos, los incendios son producidos por intervenciones humanas.

Los focos de incendios forestales que vienen teniendo lugar desde hace semanas afectan ya a varias provincias, de acuerdo a lo reportado por el Sistema Nacional del Manejo del Fuego (SNMF). Las llamas alcanzaron actualmente a las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, San Luis, Jujuy, Tucumán, Salta, Catamarca, Corrientes, Misiones y Chaco.

Los daños que le produce al planeta esta violencia son enormes. Se registraron 90 mil hectáreas del delta del Paraná arrasadas. También están afectadas 700 mil hectáreas en Corrientes, 40 mil en Formosa, otras 40 mil en Córdoba y otros cientos de miles en Salta, Chaco, Corrientes y Buenos Aires.

En lo que va del año ya son más de 430 mil hectáreas quemadas en todo el país. Un informe de Greenpeace confirma que Chaco es la provincia con más desmontes en toda la Argentina. En solo 4 años perdió 130.000 hectáreas

En las últimas cuatro semanas, Argentina se ubicó séptima en el ranking mundial de alertas significativas de incendios, según el Monitoreo Global de Bosques de la NASA.

Los dueños del fuego

Las quemas de estas tierras facilitan nuevos y mejores negocios, como el rebrote de vegetación para la alimentación del ganado y terrenos disponibles. Este es el beneficio que obtienen los empresarios de muchas actividades

Además, se sabe que la pandemia no produjo una disminución en los bolsillos de las personas que manejan el negocio de la deforestación, la ganadería y el sector inmobiliario. El foco de los incendios se registra en áreas libres de monocultivos y cría de ganados. ¿Es una casualidad o una suerte?

Si tenemos que tirar nombres para estas intenciones uno que resuena es el de José Antonio Aranda, uno de los principales accionistas del Grupo Clarín (en el cual Héctor Magnetto se desempeña como director ejecutivo y es dueño del 82% de sus acciones), titular de la firma COPRA S.A. y socio en varios emprendimientos del magnate húngaro-estadounidense George Soros, conocido mundialmente por sus fraudes financieros. Aranda es un gran terrateniente que sólo en la provincia Santa Fe posee 40.000 hectáreas, siendo uno de los principales exportadores de arroz de Argentina y un gran productor ganadero. Presidió durante muchos años la Asociación Bradford Argentina, que representa a lo más top de la oligarquía ganadera argentina. La Justicia Federal de Paraná imputó -al momento- a siete propietarios que se los acusa por presunta violación a los artículos 186 y 194 del Código Penal (incendio intencional y entorpecimiento de medios de transporte), y la ley 24.051 de residuos peligrosos. Y la Justicia ya tiene a más de veinte identificados como dueños de los campos en los que se iniciaron las quemas, entre ellos esta este señor.

A su vez, la ley de bosques establece en su artículo 3 una regulación en la expansión de la frontera agropecuaria y de cualquier otro cambio de uso del suelo. Y según la ley Nº 26.815 de manejo de fuego, promulgada en el año 2013, está prohibido el cambio del uso del suelo cuando se ha incendiado un bosque nativo. También, hace dos semanas el Frente de Todos presentó en el Congreso un proyecto de ley de protección de ecosistemas que puedan ser víctimas de incendios provocados o intencionales, para evitar la especulación financiera e inmobiliaria de las tierras. La iniciativa propone reformar la ley 26.815 del Manejo del Fuego por lo que se prohíbe realizar modificaciones en el uso de las superficies que tenían previo a los incendios provocados o accidentales. Pero ¿será otra vez que las manos de los grandes empresarios modifican estas regulaciones a su favor, ya que el poder judicial no controla su correcto cumplimiento?

Verdaderxs defensorxs

Es importante recalcar el trabajo de les ciudadanxs y ambientalistas por la inmensa difusión de información y los reclamos. También, el trabajo de les bomberxs y voluntarixs que se comprometieron para extinguir el fuego. Les ambientalistas presentaron un pedido ante el Relator Especial sobre los Derechos Humanos y el Medio Ambiente de las Naciones Unidas por la preocupación que generan los incendios que afectan a Argentina.

Nosotrxs, como sociedad, necesitamos actuar y tener una participación activa en estos asuntos. Porque el futuro y el cambio climático llegaron hace años. Los pueblos indígenas, la biodiversidad, las plantas y los animales están en riesgo. Exijamos el respeto y la atención que las personas nativas están reclamando, consumamos menos productos que hagan daño a la naturaleza y sigamos presentes en la necesidad de un cambio que atraviese a esta sociedad en la materia socioambiental.

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Qué son los humedales

"Los humedales son ecosistemas vitales para el planeta. Funcionan como esponjas. En momentos de abundancia de agua, absorben el exceso y albergan una enorme biodiversidad. Pero en tiempos de sequía, tienen la capacidad de vaciarse de agua y seguir vivos. Sin embargo, se convierten en combustible. Al quemarse, pierden su capacidad de absorción y hay que esperar inundaciones en la zona", explica Inti Bonomo, director de la carrera de Gestión Ambiental de la UADE.

 

"Nadie en su sano juicio realizaría una quema de pasturas en esta sequía. Lo mismo está ocurriendo en Córdoba. Los incendios tienen distintas causas y una misma razón: la falta de planificación productiva y ordenamiento territorial que nos permita evaluar por un lado las capacidades productivas del lugar y, por otro, los servicios ambientales que esos ecosistemas nos brindan. Hoy sólo se mira la capacidad productiva", dice Bonomo.

 

"Hay prácticas que ya no pueden seguir ocurriendo. Los incendios en Córdoba son intencionales. Comenzaron en el mismo momento, en diferentes puntos, cerca de caminos. Hay grupos inmobiliarios que pretenden lograr un cambio en el uso del suelo, y ante la ausencia estatal, lo van consiguiendo a fuerza de incendios", dice Cristian Schneider, es biólogo cordobés, investigador y docente, miembro de la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo y de la Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza.

 

La hectárea de monte quemado no vale lo mismo que la de bosque, dice Schneider. El fuego en la provincia actualmente cubre unas 14.000 hectáreas y, en lo que va del año, quemó 45.000 hectáreas de bosque nativo. En los últimos 150 años, la provincia perdió casi toda su flora originaria. Hoy se conserva, dice el especialista, apenas un 3% de bosque nativo. Son unas 4 millones de hectáreas. Más del 1% se quemó este año.