La música no solo sana, también incentiva.

La música no solo sana, también incentiva.

Por Kevin Dirienso Poter - @kevindpoter

Todo mi proceso de emigración me han acompañado. La música en general siempre acompaña, pero esta banda en particular se adueño de mis tímpanos durante todo mi proceso migratorio. Sonaban mientras armaba las declaraciones juradas, mientras legalizaba documentos, mientras vendía lo último que iba quedando y también cuando era hora de guardar toda la ropa junto a nuestros sueños en las valijas.

Irse, desterrarse, guardar todo para cambiar completamente de vida no es para cualquiera. Sin embargo, acompañar ese proceso con Tribu Falasha no solo te anima, sino que te concientiza para darte la fuerza necesaria y saber que no, no te estás equivocando.

Conocí esta banda casi por casualidad, un amigo me invitó a un evento de rap y reggae llamado Fuzion Fest dónde, valga la redundancia, se presentarían bandas de rap que debía cubrir para Revista Flow y también Tribu Falasha. La verdad es que nunca los había escuchado, pero poco a poco la gente empezó a caer a Zadar Club con banderas y el agite, antes de su presentación era incesante. “Ya vas a ver, los pibes la rompen” me decía mi amigo. Y no se equivocaba.

Desde aquella noche lluviosa  quede impactado por el power de esta banda del Sur del conurbano que empapa de reggae, rock y hasta rap cualquier escenario que pisen. Tienen una impronta muy propia y una manera de desarrollar su música que contagian muchísimo y como dije al principio de este articulo, son capaces de acompañar decisiones trascendentales. Tribu Falasha es una banda que te pega una piña en seco. Que no te da tiempo a reaccionar y para cuando te das cuenta estas coreando sus estribos. Letras directas, sin chamullo y repletas de temáticas invaden tu cerebelo al escuchar cualquiera de sus laburos discográficos.

Ahora estoy sentado en el patio de mi nueva casa escribiendo sobre esos aquellos días de incertidumbre y ansiedad. Mientras de fondo suena “La Luna” de Tribu y el mate sigue girando, yo tipeo. Escribo en presente, pero pensando en esos días previos, de pegar la ñata contra el ventanal de ese balcón que deje atrás y añorar este momento, donde el sol pega en mi ventana y desde ella veo el jardín de casa. “Hoy es el día de vivir de lo que amas, esa es la forma de liberar el alma” cantan y para adentro de sonrío, porque lo logré.

Siempre que estoy escribiendo, me viene esa pregunta de “¿Voy a publicar esto?, ¿Para qué?, ¿para quién?”, hasta que en la calma del instante entiendo que lo hago para mí y para todxs aquellxs a lxs que les resuene. En mi nota anterior me despedía de la ciudad y contaba mi cambio como esa necesidad de liberar, justamente el alma, que en ese departamento porteño se estaba marchitando poco a poco. Hoy es otra la realidad y Tribu Falasha tiene mucho que ver en ello. Sus letras que inspiran y motivan, sin dudas me dieron la fuerza necesaria para saltar de un modo consiente pensando, únicamente en mi felicidad y por supuesto, la de mi familia.

Desde ya estas más que invitadx a escuchar esta enorme banda que tiene reggae por todos lados, pero que también tiene rock y rap. Sus discos son un viaje magnifico y sus letras, un gran pretexto para afinar el oído y dividir música y letra.

Esa noche veraniega de Wilde, esta banda de Quilmes me abofeteo de reggae, de rap, de dub, de todo eso que sale de sus entrañas. Mucha música, mucho power y una fiesta donde quiera que pisen hacen de Tribu Falasha una de las bandas que más recomiendo.