Maternidades ¿todo es amor?

Cuando las madres hablamos sobre lo que es la maternidad, muchas veces nos sentimos en la obligación de pintarlo desde un lugar muy positivo, todo es re lindo, lxs hijxs son hermosxs, te cambian la vida, ya no estás sola… Si nos permitiésemos, por un día, mostrar la otra cara de esta realidad, muchas de las mujeres que hoy dicen “yo voy a ser mamá”, ¿lo pensarían dos veces? Yo creo que sí, y hoy me permito hablar de maternidad.
Ser mamá a los 17 años no es una bendición, es más bien un acto de inconsciencia en una edad muy vulnerable, y pasa. Yo me convertí en mamá a los 17 años, y mientras mi hijo se gestaba, comenzaba a ver ese lado más “oscuro” del que nadie te va a hablar. La soledad, la incertidumbre, los miedos, los prejuicios…
Siempre es muy difícil, aunque algunas nos encontremos en situaciones más privilegiadas que otras, lo es. Y no te animas a hablarlo, sentís que está mal, que no tenés ese derecho, que lo perdiste por lo que hiciste y es fuerte. Querés salir al boliche a bailar como tus amigxs y no podes, querés descansar y no podes, querés comprarte ropa y te sentís culpable, esto y mucho más, todo porque YA SOS MAMÁ.
La depresión post parto, los dolores en los pechos, el cambio de tu cuerpo, el poco tiempo que tenés para vos, el bullying y ni hablar de la presión de una sociedad que exige madres perfectas en este mundo tan imperfecto, son situaciones que no te las cuenta nadie. Las vivís vos en carne propia, y cuando te toca te duele, te duele todo lo que alguna vez dijiste sobre una madre soltera, sobre una mujer que no quiere hijxs, y sobre la mirada que te imponen de la mujer desde que naces.
Y acá es donde apareció el feminismo, que me ayudó a expandir las ideas y ver lo que me pasó como una oportunidad, donde me encuentro criando (con mucha ayuda) a un niño con otra cabeza, con mucha información, con autonomía sobre su propio cuerpo, dándole la posibilidad de decidir, de conocer, de permitirse ser.
Pero también apareció el feminismo para mostrarme lo injusta que es la sociedad con nosotras las mujeres, imponiendo maternidades no deseadas y sobrecargadas, violencia obstétrica, abandonos paternos y las demás desigualdades a las que nos enfrentamos todos los días, en todos los ámbitos de nuestras vidas. Empujándonos así a esta lucha por la soberanía de nuestros cuerpos.
En un mundo perfecto, nosotras decidimos, nosotras nos permitimos, nosotras somos las que vivimos y sentimos…
LA MATERNIDAD SERÁ DESEADA O NO SERÁ.
Bruja Mica
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